El pasado 23 de julio decidí cumplir otro de los desafíos ciclistas que tenía pendiente: ir en bici de Málaga a Almería. Después de darle muchas vueltas, decidí que sería por la carretera de la costa (N-340, 210 km) y en un sólo día, saliendo temprano por la mañana y descansando durante las horas de más calor.
Cualquier viaje en bicicleta tiene una serie de situaciones que marcan su transcurso. Una serie de estados mentales, de formas de afrontar lo que viene, que determinan cómo se vive la aventura. Este viaje lo voy a resumir en cuatro momentos:
«Estoy que me salgo»
Salí muy temprano, a las 5:30 de la mañana, y eso me hizo aprovechar mucho la primera parte del día. Vi amanecer pasando Nerja, en los Acantilados de Maro (foto) y avancé por la costa granadina durante las primeras horas de luz. Me sentía muy fuerte, reponiendo de forma apropiada energía y líquido. La zona de sube y baja al pasar Motril impuso algunos cambios de ritmo, pero los llevé con calma y disfrutando del paisaje costero. Sorprendentemente, entré antes de lo que esperaba en la provincia de Almería, y a las 13h ya estaba en Adra. ¡Qué fuerte me sentía!
«¿Pero qué estoy haciendo aquí?»
Es curioso, la parte más difícil del viaje fue también la más llana. Al pasar Adra, el camino hasta Almería capital era por un paisaje yermo e inhóspito, poco agradable de ver y muy expuesto al viento, que después de comer empezó a soplar con fuerza y en contra. No me quedó más remedio que bajar la cabeza, agarrarme a los cuernos y pedalear con la fe de que todo lo malo pasa. Para poner las cosas más difíciles, me costó mucho seguir el camino: esperaba llegar sin abandonar la N-340 de la costa, pero en la costa almeriense esta carretera está en un estado deplorable, no tiene continuidad y es necesario enlazar con otros tramos comarcales. Lo pensé en multitud de ocasiones: «¿Pero qué estoy haciendo yo aquí? ¡Si esto no lleva a ninguna parte!». Tuve que usar el mapa y ser paciente, ya que en más de un cruce no tenía ni idea por dónde debía seguir.
«Esto me pasa por no saber»
Como llegué a la hora perfecta, decidí comer en Adra. Me di una vuelta por el paseo marítimo y vi una zona de chiringuitos. Me paré en uno e hice lo que más me gusta en los sitios de comer: fiarme del criterio del camarero. Fallo garrafal. Me recomendó y sirvió una fritura de pescado rancio por la que pagué más de 20€. Esta vez me tocó a mí ser el primo, y pude ver que el camarero sabía perfectamente que me la estaba pegando. Claro, que así consiguió que yo nunca vuelva a comer en Adra, ni mucho menos en ese chiringuito. A la playa sí que iré, estaba espléndida y con socorristas muy simpáticos.
«En realidad no es tanto»
Cuando por fin hube pasado la zona más expuesta al viento, llegué a Aguadulce y me dispuse a pasar la rocosa zona de costa, llena de túneles, que lleva hasta Almería. Aquí ya estaba a salvo del viento de cara y veía mi destino muy cerca: lo peor había pasado, y me volví a sentir eufórico y lleno de energía. Visto en ese momento, uno se dice «Tampoco ha sido para tanto, ¿verdad?». En los viajes largos en bici, este momento siempre llega, y ahí me gusta recordar que, muy poco tiempo antes, he podido estar en la más absoluta desesperación. Pero que si tengo confianza y sigo pedaleando mientras tenga fuerzas, lo malo siempre pasa.
Y fue cierto. Sobre las 18:30 del día 23 de julio de 2016, mi TX-Randonneur y yo entrábamos en Almería.
11 septiembre, 2017 a las 5:05 PM
¡Enhorabuena por tu viaje en bicicleta desde Málaga a Almería en un día! Siento que tuvieras mala suerte con el chiringuito en Adra y el viento en contra. Si quieres evitar la carretera nacional desde Adra, cuando llegas a Balanegra puedes tomar la carretera que va a la playa y seguir por Balerma, Guardias Viejas, Almerimar, Roquetas de Mar ( por la carretera de la costa dirección San Agustín y Las Marinas bordeando el paraje natural Punta Entinas-Sabinar). Desde Roquetas por la costa hasta el puerto deportivo de Aguaducle y desde allí por la antigua carretera nacional hasta Almería. Puedes evitar los túneles siguiendo la antigua carretera nacional. La distancia es prácticamente la misma pero es más bonita y con poco tráfico aunque algo más dura.
Saludos desde Almería
12 septiembre, 2017 a las 8:38 AM
¡Muchas gracias por tu recomendación! Volveré a ir seguro, así que tendré en cuenta tu consejo.
¡Gracias por leernos!
10 marzo, 2018 a las 9:13 PM
Tengo ganas de hacer la ruta, hasta aguadulce, que desnivel salió finalmente?
26 marzo, 2018 a las 8:33 AM
Hola Pablo,
Si no recuerdo mal, el desnivel positivo estuvo en torno a 1.500 metros. La mayor parte está en la costa de Granada, y ninguna de las subidas era demasiado larga así que daba tiempo a dosificarse 🙂
¡Gracias por el comentario!