A demasiados nos ha ocurrido: vuelves a donde dejaste tu bicicleta, y ya no está allí. Un amante de lo ajeno ha decidido que, ese día, te tocaba a ti. Y te quedas sin bici.

Es tal la pena que uno siente en esta circunstancia, que ha servido hasta de inspiración a algunos artistas.

En Clinica de la Bicicleta comerciamos con bicicletas de segunda mano. Como amantes de este medio de transporte, tenemos un firme compromiso de acción contra los robos, y hacemos todo lo que está en nuestra mano para anular el mercado de venta a quienes se apropian de lo que no les pertenece.

Para ello colaboramos con la Policía Nacional, y seguimos un estricto procedimiento al que dedicamos considerables recursos. Además, por supuesto, de ofrecerte candados a prueba de bomba.

¿Qué hace Clínica de la Bicicleta para no comerciar con bicis robadas?

1. Revisión en tienda.

Cuando un particular acude a vendernos una bicicleta, en primer lugar inspeccionamos qué es lo que nos quiere vender. Si es una bicicleta de alta gama a un precio demasiado bajo, hay daños que indican que ha sido robada, o los números de bastidor han sido eliminados, son motivos para rechazar la compra.

2. Recogida de datos del particular.

Una vez la compra está aceptada y acordada, se recogen los datos de la bicicleta y del propio vendedor (por supuesto, conforme a la Ley de Protección de Datos) y se almacenan en un fichero con el único propósito de comunicarlos a la Policía Nacional. El fichero de datos se transmite cada lunes a la Policía, que semanalmente lo coteja con su base de datos de denuncias.

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3. Bloqueo de dos semanas.

Desde la comunicación del fichero, la Policía dispone de dos semanas para buscar coincidencias entre las descripciones de las bicis que hemos comprado y las denuncias de robo que han recibido. Por eso nos veréis siendo muy exhaustivos con las descripciones de las bicis que compramos: cuanto más detallada sea, más fácil es la labor de los Cuerpos de Seguridad.

Durante estas dos semanas la bici permanece bajo nuestra custodia, a la espera del visto bueno policial. Puesto que en ocasiones hay clientes que se interesan por la bicicleta durante este período, permitimos efectuar reservas de las mismas pagando un depósito, que se devuelve íntegramente en caso de que la bicicleta tenga un origen irregular.

4. Venta.

Transcurridas dos semanas, la bici queda liberada y está disponible para la venta. Es entonces cuando la reparamos y la ofrecemos a los mejores precios, con un doble sello de garantía: el nuestro para la mecánica, el de la Policía Nacional para su origen.

 

¡Un momento! Entonces, si no he denunciado el robo de mi bici, ¿no hay forma de que la Policía la intercepte?

¡Efectivamente! Tras el robo de una bicicleta, es imprescindible interponer una denuncia ante la Policía Nacional para que, durante los controles de compraventa en las semanas siguientes, sea detectada. Sabemos que es pesado, que se tarda mucho, que después de que te roben nadie tiene ganas de ir a comisaría. Pero es un paso necesario para, en caso de que se encuentre, poder recuperar la bici.

Los detalles característicos sirven para identificar tu bici.

Los detalles característicos sirven para identificar tu bici.

¿Y qué detalles debo aportar cuando denuncie?

Lo idóneo es guardar la factura de compra de la bicicleta, exigiendo a la tienda donde se compre que la descripción sea la más completa posible.

Además, es buena idea guardar una foto de la bici, así como conocer la marca y el modelo del cuadro y los componentes. También, la mayor parte de bicicletas cuentan con un número de serie justo en la parte inferior del cuadro, debajo del eje del pedalier. En ciertos modelos este número se puede encontrar en el tubo de dirección; o en el tubo del sillín (que no en la tija) por detrás. Tener estos detalles facilita sobremanera encontrarla tras un posible robo.

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¡Ten claros la marca y el modelo!

Por último, recordar algún hecho distintivo que tenga la bicicleta: rasguños, colores llamativos, cualquier cosa que haga la bicicleta fácil de reconocer.

El robo llega cuando menos te lo esperas. ¡Mejor prevenir que lamentar!